lunes, 14 de abril de 2014

Nuestro sueño hecho REALIDAD!

Parece mentira...

Me veo en estos momentos escribiendo estas líneas, para comenzar mi nuevo Blog de educación en casa o Homeschooling, cuando hace apenas un mes estaba "metida" en ese sistema tradicional de educación, que me tuvo "atrapada" por años. 

Comencé en este sistema, en él momento en que mis padres decidieron cuál sería el "mejor" tipo de educación para mis hermanas y para mi. Tenía solo 5 años, ¿cómo podía protestar o negarme?, ni modo, debía asumirlo y así lo hice por los siguientes 13 años, con altas y MUCHAS bajas!...pero sobreviví, a pesar de las muchas criticas, fracasos, perdidas, sub-valoraciones que recibí durante esos 13 largos años. Quizás, habrá personas que me conozcan y digan: "qué exagerada", pero así me sentí todos esos años. Sin embargo, egresé y como si no hubiera aprendido la lección, o tal vez tratando de superar mis miedos y frustraciones, me inscribí en la carrera de educación, también movida por un nuevo "amor" que llegó a mi vida con tan solo 20 años, mi sobrino mayor, que me hizo ver lo maravilloso del mundo, a través de los ojos de un niño. Rápidamente abandoné la primera carrera elegida y comencé mi licenciatura en educación Preescolar.



Al terminar, volví de nuevo a ese sistema tradicional de educación de donde había emigrado hace tanto tiempo, o a mi me parecía mucho tiempo. Volví, pero siempre cuestionada por las practicas, las formas de enseñar, él qué se enseñaba y sobre todo, cómo se evaluaba a niños tan inteligentes. Era casi imposible decidir cuando elegir una "mala" o "buena" nota para alguno de ellos, ¿por qué tenía que hacer esto, si yo había estado ahí sentada en ese mismo lugar?, sabía que no era justo ser juzgado por criterios poco claros, por resultados que en nada mostraban lo que ellos eran realmente. Lo que debíamos valorar era el proceso, el esfuerzo de cada uno, entendiendo que en algún momento cada niño lograría adquirir habilidades y conceptos según su desarrollo, según su ritmo, según su estilo de aprendizaje o según su tipo de inteligencia.

Durante muchos años continué preguntándome el porque la educación, de manera especial la de mi país, se había rezagado tanto, por que tanta dificultad para asumir cambios por el bien de los niños, por lograr buscar nuevos caminos que beneficiaran a tantos chicos, que necesitaban de la educación para transformar sus vidas; ¿Por qué continuar por un camino que beneficiaba a unos pocos y lesionaba a otros tantos?. 

Cuando me hallaba en plena búsqueda de respuestas, ocurrió lo más hermoso que le puede pasar a cualquier mujer, me convertí en mamá. Ya mi visión no era como alumna, ni como ex-alumna, ni siquiera como docente, mi visión pasó a ser la de una madre cualquiera, que busca en la educación el motor de cambio y de felicidad para la vida de sus hijos. Pero me equivoqué, pues si como docente me quede corta en respuestas, como madre me surgieron múltiples cuestionamientos y desacuerdos, por: el bullying, el trato de los docentes a los niños, la carga académica, la inflexibilidad de los horarios, las reglas absurdas sobre el uniforme, las normas dentro del colegio (no poder ir al baña, no tomar agua en clase a pesar de temperaturas de 30 grados, quedarse sin clase por dos minutos de retraso o hasta quedarse sin clase por una semana por un comportamiento determinado), pero todo empeoró cuando como madre que se de educación aporté lo que sabía para corregir errores o pedir que se revisara alguna situación particular de mis hijos, la regla de oro entre los padres es "la ley del silencio", triste pero es la realidad.

Próxima entrada, haciendo nuestros sueños realidad, de la educación tradicional al HOMESCHOOLING, la MEJOR decisión!